Una vez que encuentres el equilibrio entre el trabajo y tu vida personal, verás cómo se integran de manera natural y lograrás una rutina balanceada. Así es como puedes llegar al equilibrio óptimo para ti.
Tomar descansos se asocia de manera injusta con la improductividad, tanto que puede parecer un inconveniente en este mundo veloz y altamente competitivo.
Sin embargo, los emprendedores experimentados entienden la importancia de programar descansos, no solo para el cuidado de la salud física y mental, sino también para la sostenibilidad del negocio. Programarlos estratégicamente en un calendario de trabajo puede ser muy efectivo y hacer que dar el siguiente paso sea más agradable. Así es como funciona:
1. Previene el agotamiento
Los emprendedores son conocidos por exigirse al máximo mientras construyen sus marcas y negocios. Esta necesidad constante de estar ocupado proviene de sentir que llenan cada momento del día con algo productivo.
Sin embargo, esta mentalidad de trabajo constante generalmente lleva al agotamiento, del cual no es fácil recuperarse. El agotamiento afecta tanto la salud física como la mental, además, esforzarse demasiado generalmente lleva a sentirse insatisfecho sin importar cuánto se logre.
Programar tiempo para descansar va de la mano con establecer límites. Sin nadie supervisando tu horario o te dice cuándo empezar o dejar de trabajar, depende de ti conocer tus límites. Trabajar en bloques de tiempo con descansos para hacer ejercicio, entretenerte o incluso tomar una siesta rápida es parte importante del día.
2. Da una nueva perspectiva a un problema
Los emprendedores son conocidos por ser multitask, poniéndose todos los sombreros del negocio a la vez. Esta sobreestimulación puede hacer que resolver tareas relativamente fáciles sea más difícil de lo necesario. Impide poder concentrarse completamente en una sola cosa.
Como emprendedor, es fácil quedar atrapado en una visión sesgada de cómo deben hacerse las cosas. A veces, alejarse de un problema puede liberar la mente para verlo desde una nueva perspectiva.
Tómate el tiempo para colaborar y obtener inspiración de otros, o enfócate en otras actividades y pasatiempos que no estén asociados con el trabajo. El tiempo fuera, por breve que sea, puede reafirmar el (los) objetivo(s) que deseas alcanzar y ayudarte a trazar una ruta más directa.
3. Mejora tu estado de ánimo
Similar al agotamiento, trabajar demasiadas horas puede llevar a cambios de humor que pueden afectar tanto las relaciones comerciales como las personales. Ya sea en un correo electrónico, una reunión u otra interacción, es posible que no te des cuenta de lo mucho que el exceso de trabajo puede alterar el curso de tu vida diaria.
Cuando notes que tu paciencia se está agotando, toma un descanso al aire libre para disfrutar del aire fresco. Da un paseo por la naturaleza, lee en un parque o almuerza al aire libre; te sorprenderá cuánto puede mejorar tu estado de ánimo y aumentar la productividad en comparación con quedarte encerrado en tu espacio de trabajo.
4. Te hace más disciplinado
Puede sonar contradictorio, pero tomar descansos puede aumentar la disciplina y la productividad. Esto se debe a que el tiempo que tienes programado para hacer las cosas está dentro de un bloque establecido.
Piensa en cuando tienes ocho horas para completar un proyecto. ¿Trabajas todo el tiempo en él o tu mente se distrae con correos electrónicos, redes sociales o las mil otras cosas que necesitan atención en tu vida? Si en vez de eso, redujeras la mitad del tiempo, pero sin interrupciones ¿qué tanta diferencia hará en lo que logras?
Descubre qué bloques de tiempo funcionan mejor para ti. Para algunos, pueden ser dos o tres horas por la mañana con un largo descanso por la tarde y más bloques de trabajo por la noche. Para otros, pueden ser bloques más cortos a lo largo del día. La buena noticia es que es tu horario, por lo que tú estableces los parámetros.
Aprovecha al máximo el tiempo de inactividad
Aunque no hay una “forma correcta” de tomar un descanso, hay algunos consejos útiles que debes tomar en cuenta, especialmente si la idea de desacelerar te pone ansioso.
Considera siempre que el objetivo de tomar un descanso es por el bien de tu salud y negocio. Cuando todo el tiempo estás en un estado de ponerte al corriente, puede disminuir tu moral y te dificulta ver lo bien que lo estás haciendo.
Aquí hay algunas cosas que tienes que considerar al planificar tus descansos:
- Varía los tiempos. Crea un descanso de 15 minutos y uno de al menos 30 minutos o más. El descanso más corto puede usarse para estirar las piernas, comer un lunch o tomar una siesta rápida. Los descansos más largos pueden usarse para platicar con un ser querido, leer unos capítulos de tu libro favorito o hacer ejercicio. Date el beneficio de un descanso completo sin revisar correos electrónicos o redes sociales.
- Ponlos en tu calendario. Agenda citas contigo mismo, agrégalos en tu calendario para descansar, relajarte y recargarte. Bloquea el tiempo antes de planear cada semana para que cuando llegues a tus tareas del día, los descansos ya estén integrados a tu rutina de trabajo.
- Programa “retiros” trimestrales. Un retiro para relajarte no tiene que ser algo costoso. Simplemente significa programar un día o al menos parte de uno para hacer algo placentero. Para la mayoría de los emprendedores, uno de los objetivos principales es liberar tiempo para divertirse, pero es fácil quedar atrapado en agendas saturadas sin tiempo para gozar los frutos de tu trabajo; haz un espacio para esto.
En los últimos años, a medida que las personas han comenzado a ver las consecuencias de no hacerlo el tomar descansos, ha sido mejor visto. Considéralos una inversión en el negocio en lugar de un contratiempo. Una vez que encuentres el equilibrio entre el trabajo y tu vida personal, verás cómo se integran de manera natural y lograrás una rutina balanceada.
Fuente: Kelly Hyman/ entrepreneur.com