Inicio Capacitación Los tres principios de Steve Jobs para hablar en público siguen vigentes hoy, 13 años después de su última presentación en la Conferencia de Desarrolladores de Apple

Los tres principios de Steve Jobs para hablar en público siguen vigentes hoy, 13 años después de su última presentación en la Conferencia de Desarrolladores de Apple

por emprende2021
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Imagen: Justin Sullivan | Getty Images

El cofundador y ex CEO de Apple sabía cómo transmitir grandes ideas a consumidores e inversionistas.

  • Muchas personas no tienen confianza en sus habilidades para hacer presentaciones, aunque estas suelen ser esenciales para el éxito profesional.
  • En su última “Stevenote” en 2011, Jobs utilizó varias tácticas que cualquiera puede imitar para convertirse en un mejor orador.

Aunque la idea de hablar en público atemoriza hasta al 77% de la población, suele ser una actividad inevitable para construir una carrera exitosa, especialmente para los ejecutivos de alto perfil que actúan como intermediarios entre su empresa o producto y el resto del mundo.

Por lo tanto, a nadie debe de sorprender que algunos de los líderes empresariales más admirados no solo sean reconocidos por sus mentes visionarias, su capacidad para resolver problemas o sus habilidades de toma de decisiones, sino también por su destreza en las presentaciones.

Steve Jobs, cofundador y ex CEO de Apple, fue uno de ellos. A lo largo de su liderazgo en la empresa tecnológica que ahora está valuada en billones de dólares, Jobs tuvo que comunicarse de manera efectiva con una audiencia de consumidores e inversores, a veces sobre ideas o productos que nunca habían visto.

Hace 13 años, el 6 de junio de 2011, Jobs hizo precisamente eso cuando dio su último discurso, conocido coloquialmente como Stevenote, en la Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple. Subió al escenario para presentar por primera vez al público iCloud, el servicio que permite a los usuarios almacenar y sincronizar datos en dispositivos Apple.

Jobs utilizó tres movimientos poderosos en oratoria para impactar con su última presentación, y cualquiera que desee mejorar sus habilidades de comunicación, independientemente de la audiencia o el tema, puede aprender de ellos.

1. Jobs siempre se preparaba y entendía que la práctica era clave para el éxito

Cuando Jobs comenzó su presentación sobre iCloud, quedó claro que sabía exactamente lo que quería decir a su audiencia, pero lo conocía tan bien que parecía casi improvisado. Por supuesto, Jobs era el máximo evangelista de los productos Apple, y esa pasión también ayudaba a convencer a los oyentes que estaban ansiosos por escuchar lo que él tenía que decir.

Practicar tu discurso bajo las mismas condiciones que experimentarás el día de la presentación te ayuda a “imitar” la sensación de alta presión del momento y a prepararte para el éxito, dijo la científica cognitiva y presidenta del Dartmouth College, Sian Beilock, a Entrepreneur en Español en 2022. Relatos de personas cercanas a Jobs revelan que él utilizaba esa estrategia.

En 2018 Ken Kocienda, quien fue ingeniero principal de software en Apple durante 15 años y trabajó en el iPhone original, dijo a Inc. que Jobs ni siquiera esperaba a que la presentación estuviera terminada antes de comenzar a ensayarla en el auditorio del campus de Apple. Luego, el sábado y el domingo previos al evento, realizaba un “ensayo general” en el lugar, vestido con su característico cuello de tortuga negro y jeans, y recorría la presentación dos veces cada día.

2. Jobs conocía la historia que quería contar y no dependía de sobrecargadas diapositivas para hacerlo

Jobs no subía al escenario y empezaba a lanzar términos técnicos a la audiencia. En lugar de ello, contaba una historia que permitía a las personas conectarse con lo que estaba diciendo y comprender mejor las implicaciones del producto. Los estudios muestran que cuando compartes una historia, los oyentes suelen estar más propensos a ser persuadidos, pues los llevas de una perspectiva a otra, según el VMware Women’s Leadership Innovation Lab de la Universidad de Stanford.

Durante su último discurso, Jobs estableció la necesidad de iCloud describiendo primero un problema comprensible: el arduo proceso de mover fotos y archivos entre varios dispositivos Apple. Luego, reveló la solución. Con iCloud, las personas no tienen que preocuparse por mover las fotos de sus teléfonos a sus iPads o laptops porque la tecnología lo hace todo de manera automática.

Durante el discurso, las diapositivas detrás de Jobs solo mostraban imágenes simples y muy poco texto. Para demostrar la simplicidad de iCloud, el símbolo de la nube parpadeaba en la parte superior de la pantalla, con iPhones pertenecientes a “Mamá” y “Papá” debajo de él; las líneas se dirigían de un teléfono a la nube al otro teléfono, y viceversa, destacando cómo la tecnología hacía que un evento del calendario se moviera sin problemas de un dispositivo a otro, lo que generó aplausos del público.

3. No se tomaba demasiado en serio, lo que añade un elemento de humor y genera confianza

Jobs no tenía miedo de hacer bromas a costa suya (y de Apple). Antes de iCloud, la empresa lanzó MobileMe, una colección de servicios y software en línea basada en suscripción de $99 dólares al año que se presentó en 2000 y se descontinuó en 2011. Según CNET, fue uno de los “raros fracasos de producto” de Apple, con un proceso de registro difícil, un retraso inicial que impidió a las personas acceder a sus datos y varias interrupciones.

Jobs lo utilizó como material para su presentación. Después de dar una visión general de iCloud, que parecía una versión más sofisticada de su predecesor defectuoso, Jobs bromeó: “Podrías preguntar, ‘¿Por qué debería creerles? Son los que me trajeron MobileMe'”. Esto provocó risas y aplausos estruendosos.

La inyección de humor de Jobs no solo aligeró el ambiente y entretuvo a la audiencia, sino que también sirvió a un propósito práctico. Lo que Jobs básicamente dijo fue: sabemos que nos equivocamos con MobileMe y que probablemente estás trazando paralelos entre él y nuestro nuevo producto. Esa admisión autocrítica ayudó a que esta vez las personas confiaran en que Apple realmente había mejorado.

Hoy en día, cualquiera que esté remotamente familiarizado con los productos Apple sabe que la empresa cumplió esa promesa: puede ser difícil recordar un tiempo en el que el ahora omnipresente iCloud no mantenía todos los dispositivos de un usuario sincronizados.

Fuente: Amanda Breen/ entrepreneur.com

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