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Cómo encajar cuando comienzas un trabajo y eres nuevo en la oficina

por emprende2021
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Consejos para encajar en tu nuevo empleo o para poner las cosas fáciles a los que llegan a tu empresa y serán tus nuevos compañeros.

Compañeros nuevos, oficina nueva, métodos de trabajo nuevos… Embarcarse en un nuevo proyecto profesional no siempre es fácil, ya que, durante un tiempo, serás “el nuevo” en la oficina. No pasa nada, todos pasamos antes o después por esa situación, pero te vamos a ayudar a adaptarte cuanto antes con algunos consejos para encajar cuando comienzas un trabajo.

Los psicólogos de ifeel, plataforma holística de apoyo psicológico para empresas y trabajadores, recomiendan cuatro características a seguir en lo que han denominado la regla de las 4P:

  • Prudencia. Como no conoces a tus nuevos compañeros ni sus relaciones y alianzas, es mejor observar y escuchar más que opinar. Olvídate de preguntas indiscretas (tanto de hacerlas como de contestarlas) y no hagas comentarios negativos sobre otro compañero: nunca sabes quién se lleva bien con quién.
  • Protocolo. Intenta mostrarte muy educado, sobre todo en los primeros días. Serán momentos en los que tengas que preguntar mucho hasta encontrar tu sitio y acompañar esas cuestiones y peticiones con un extra de cortesía te ayudará a abrir puertas.
  • Paciencia. Familiarizarse con las personas, lugares y métodos de la nueva empresa requiere tiempo. Por eso, es importante tomarse un tiempo de adaptación hasta que tengamos la situación dominada.
  • Participación. Para ser uno más no solo hay que hacer el trabajo para el que se nos contrata, sino que, además, hay que implicarse en la empresa. Por eso, es importante formar parte del equipo, participar en las reuniones de trabajo, pero también en momentos distendidos como la pausa del café, la comida, etc. Y hay que participar poco a poco, no permanecer solo como meros espectadores.

Cómo dar la bienvenida a un nuevo compañero

Si ser el nuevo en una oficina no es fácil, estar al otro lado de la barrera sí es más sencillo. Se puede facilitar la llegada de ese nuevo compañero ayudándole en sus primeros pasos, echándole una mano en esos primeros días… en definitiva: aunque las relaciones humanas no siempre son fáciles, hay algunos consejos que nos pueden ayudar a que esa llegada sea un poco más natural para todos.

  • Bienvenida. El jefe debería tener anotado el momento de la llegada del nuevo empleado y recibirlo correctamente. Es la mejor manera de ayudar a alguien al que nadie conoce ni sabe dónde se sentará.
  • Presentaciones. Es el comienzo de todo: dar un paseo por las instalaciones para que se familiarice con ellas, presentarle al resto de compañeros y ofrecer las primeras explicaciones sobre sus funciones.
  • Disponibilidad. Hay que tratar de ser amables y mostrar nuestra disponibilidad al nuevo compañero por si necesita algo. Hay que tratar de evitar ser distantes.
  • Invitación al café. Invitar al nuevo compañero al café o a acompañar a los veteranos en la comida es fundamental para hacerle sentir como parte del equipo.
  • Empatía. Hay que tratar de ponerse en su situación y preguntarle al final del primer día qué tal le ha ido, qué tal está o si necesita algo. Cualquier ayuda es bienvenida.

Pero, por desgracia, no todo es tan fácil en la realidad como suena en la teoría. Por eso, también se pueden poner en práctica algunas pautas para disminuir los conflictos cuando se incorpora un nuevo trabajador. Y lo primero es considerar al nuevo empleado como un trabajador en proceso, es decir, considerar el onboarding como una continuación del proceso de selección del candidato, siendo coherentes con la cultura empresarial que se intenta transmitir.

La incorporación de un nuevo empleado no debe limitarse a hacer una ronda de presentaciones e indicarle dónde se tiene que sentar, sino que tiene sus fases. Se trata de un periodo de incorporación-formación, con su propio calendario, que comienza con un grado bajo de autonomía y alto de supervisión y acaba al contrario.

Por supuesto, es importante tener en cuenta a los que ya están. Es decir, prever los desajustes que puede generar la incorporación de un nuevo miembro al grupo y que requerirá un proceso de adaptación de tareas, funciones y responsabilidades para todos, que habrá que coordinar, algo que debe hacerse con claridad y transparencia para que no se generen desequilibrios en el nuevo reparto de tareas ni se despierte la susceptibilidad de los veteranos.

Por último, es vital buscar la implicación y complicidad de los miembros actuales del equipo para la acogida, formación y acompañamiento del nuevo miembro del equipo. En empresas especialmente grandes y de organigrama complejo puede ser necesario o útil designar a uno de los miembros del equipo, de manera voluntaria, como mentor para la persona que se incorpora, para que le sirva de persona de referencia a la hora de explicarle cómo funciona la empresa, enseñarle las instalaciones, darle consejos prácticos, presentarle al equipo, etc.

Fuente: elconfidencial.com

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